Alrededor del avión siniestrado el miércoles pasado se extendía espeso el humo de la explosión, junto con la impotencia y el dolor por las vidas de 153 personas. Pero, a pesar de que creí que hoy sábado se habría disipado el humo que envolvía la tragedia; parece que no es así.
Y es que algo pasa en torno al avión de Spanair accidentado. Hay un humo que no deja de extenderse de confusión, un batiburrillo de sospechas y suposiciones alrededor de un motor en llamas que no ardió, de un copiloto que figuraba en el expediente de regulación de empleo, o de un piloto que no ejecutó bien una maniobra. Y se permite que el humo se extienda sobre unas familias destrozadas y abatidas a las que sólo ayudaría una respuesta a las muchas interrogantes abiertas.
Los medios de comunicación están dando una imagen lamentable. En un mes sin apenas noticias como agosto han encontrado su propio «agosto» en éste drama humano, y es deplorable cómo nos ilustran a los profanos con rumores, testimonios morbosos y datos de algún familiar de un vecino que parece ser que trabajó en AENA. En resumen, otro ejercicio de desinformación en esta sociedad que presume de estar informada al minuto, y que los medios aderezan con datos de dudosa credibilidad.
Al Gobierno, en éste caso concreto al Ministerio de Fomento; a través de Aviación Civil, compete la inspección y la comprobación de la seguridad de las líneas aéreas. Pero, a pesar de la promesa de Zapatero de una investigación rigurosa que llegue hasta el final; yo no me creo nada. ¿O es que nadie recuerda ya lo que hizo el Ministerio de Fomento en el caso de Air Madrid? Zapatero intentó demostrar que está al pie del cañón y que no elude responsabilidades; pero inmediatamente después de que su bronceado rostro despareciera en dirección Doñana para seguir disfrutando de sus vacaciones; se han realizado acusaciones veladas hacia la compañía por parte de algunos de sus miembros.
La compañía Spanair no está demostrando una actitud a la altura de las circunstancias. Sólo se ha defendido diciendo que se siguieron todos los protocolos de seguridad. Los responsables de la compañía no han dado a los familiares más que evasivas que contribuyen a violentar los ánimos de unos familiares agotados por 72 horas de dolor; y que no encuentran respuesta a la pérdida de sus seres queridos.
Tanto el Gobierno como Spanair deben facilitar toda la información de la que dispongan a los familiares de las víctimas, que tienen todo el derecho a saber. Pero mucho me temo que, al final, una vez enterrados los muertos, los medios de comunicación vuelvan a lo que suelen y el gobierno y Spanair expandan más humo sobre el vuelo JK 5022 porque la realidad que no se ve acaba por no existir.
Lo que está demostrando todo esto es que en muchos aspectos -y no sólo en el político-, España sigue siendo un país más próximo al Tercer Mundo que a los países desarrollados. Menudo circo, esto es una vergüenza. Desde luego, compadezco a los familiares de los fallecidos en el accidente.
La calaña moral de los políticos en general y de este gobierno en particular sin ningún referente de la más mínima dignidad se supera cada día. Da lo mismo que sean soldados muertos en actos de guerra, a los que no se les quiere reconocer sus méritos tan solo por la soberbia de ser incapaces de asumir que nuestro ejército se encuentra en escenarios de guerra, que se produzca una tragedia aérea de esta magnitud. Para ellos todos es manipulable y susceptible de ser aprovechado para lavar la cara del nuevo régimen cargado de problemas que la misma soberbia les impide reconocer.
Este es un gobierno elegido por un pueblo que solo se da cuenta de la canalla por la que está gobernado cuando le toca vivir de cerca una tragedia como esta, en Guadalajara pasó lo mismo.
Y lo de los medios de comunicación adeptos al régimen, ya ni hablar de ello porque realmente esa es una de las raíces podridas de las que se alimentan estas alimañas sin escrúpulos, amarillismo, servilismo ciego al poder y clientelismo político… a esto lo llama la nueva izmierda “sudar la camiseta”.
Ahora el monstruo de la película es La compañía Spanair, mañana seguro que la culpa la tendrá el PP. ¡Al tiempo!
No se si al final, la culpa la tendrá el PP. Pero casi que sí me atrevería a asegurar quién no ha tenido la culpa ni la tendrá nunca.
Me parece que en este país de pandereta es bastante irónico calificar a los medios de comunicación de «informativos». Siempre quedará internet…
De acuerdo en cuanto a que la compañía quizás no ha estado a la altura en el trato con los familiares
De acuerdo en cuanto a que el Gobierno no ha estado a la altura.
Pero sobre las causas del accidente ocurre que no se saben, no se conocen y como no se saben no se pueden decir.
Las investigaciones de los accidentes de aviones duran años y por mucho que los periodistas se las inventen o especulen no se podrán saber hasta que acabe la investigación.