Hay pocas leyes tan absurdas y estrafalarias como ésta con que nos ha obsequiado la legislatura zapateril, de la Ley de Paridad. Con haber sido éstos cuatro años fecundos en leyes descabelladas e ilógicas, como la de reforma del Código Civil en materia de matrimonio, la de Memoria Histórica, la reforma de la Ley Orgánica de Educación para introducir el área de Educación para la Ciudadanía…
Pero, sin dudar, por lo que significa, ésta Ley de Paridad se lleva la palma en cuanto a inadmisible e incoherente. Todos conocemos la reciente resolución del Tribunal Constitucional, que ha avalado la Ley de Igualdad que estableció la obligación de los partidos de presentar listas paritarias a las elecciones. De este modo, se ha descartado el recurso interpuesto por el PP y la cuestión de inconstitucionalidad de un Juzgado de Tenerife en contra de la anulación de una lista presentada por los «populares» para los pasados comicios autonómicos en la localidad de Garachico, que estaba conformada íntegramente por mujeres.
Tengo que decir que, como mujer, opino que ésta Ley es pésima, contraproducente, dañina y perjudicial. Es una Ley tan hipócrita, tan llena de una disparatada visión de lo «políticamente correcto», que asfixia. Probablemente, si esta misma Ley de Paridad recientemente avalada por el Tribunal Constitucional se aplicara, por poner un ejemplo, a los médicos de la sanidad pública o a los cuerpos policiales; saldríamos todos a la calle a protestar, porque nos quedaríamos sin personal cualificado cubriendo determinados puestos de relevancia social.
¿Y que pensáis de que los campeonatos de tenis se dividan en masculino y femenino? ¿Creeis que se restan posibilidades a Nadal? porque si jugase contra mujeres ganaría siempre, y al tener que enfrentarse contra Federer, se merman nuestros derechos paritarios y, además Nadal puede perder.
La alarma que una aplicación estricta de ésta absurda Ley produciría no existe en el caso de la política, porque los propios partidos políticos, empezando por el PSOE que la impulsó, no sienten ningún respeto por semejante Ley; y sólo es utilizada por el PSOE como propaganda de un feminismo trasnochado y viejo que nada tiene que aportar en pleno siglo XXI.
Pero el Tribunal Constitucional, que ha vuelto a cubrirse de gloria como viene siendo habitual con algunas de sus resoluciones; ha considerado que no hay discriminación positiva en la obligación de incluir al menos un 40% de mujeres en las listas electorales de los partidos políticos. Es decir, que no hay que discriminar a hombres con más años de carrera política o más conocimientos para incluir ese absurdo porcentaje de mujeres. Supongo que, de la misma manera, habrá que ir pensando en introducir un número representativo a determinar atendiendo a las razas, las orientaciones sexuales o creencias religiosas… existentes en nuestro país.
Respaldada por semejante resolución, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aprovechó la renovación del convenio que garantizaba cuatro millones de euros anuales para la Fundación Príncipe de Asturias para reclamar una mayor presencia de las mujeres entre los galardonados con los premios. Puestos a decir tonterías, los y las hay que no se cortan un pelo.
Cualquier persona con un coeficiente intelectual normalito pensaría que si hay pocas mujeres entre los galardonados es porque hay pocas mujeres con una acreditada trayectoria en algunos campos. Esto no quiere decir que las mujeres seamos incapaces; simplemente es una cuestión de historia, porque hace 50 años las mujeres eran una minoría casi inexistente en las universidades. La paridad no es cuestión de machismo, sino de tiempo; y de un buen sistema educativo. Y por eso ya no hay que preocuparse, puesto que nuestro actual sistema educativo produce el mismo número de imbéciles que de «imbécilas».
Y yo es que quiero que se me valore, como a cualquier hombre, por mi preparación, por mi trayectoria profesional y personal y por mis conocimientos. No quiero que se me minusvalore al promoverme a un puesto para el que no soy la mejor, por un absurdo sistema de cuotas. Es de sentido común ¿no?
Y lo que sí hubiera pedido a éste desnortado gobierno, son mayores ayudas a las mujeres en otros planos más efectivos; porque muchas dejan una brillante carrera profesional por su facultad biológica para concebir hijos que, en el mejor de los casos, harán que estén de baja una media de 25 días al año, aparte de los permisos pertinentes. Ahí si se nos puede ayudar, señores gobernantes; no nos «ayuden» desmereciendo nuestra inteligencia. Esa sí que es una ocupación propia, personal y maravillosa, exclusivamente femenina.
Cuando un niño pequeño juega a según que juegos con unos que son mayores que él, suelen dejarle jugar quedando en que él (el pequeño) va de bulto (o lo que es lo mismo que no puede perder, o si pierde, no le toca pagar). El niño acepta encantado de poder jugar con los mayores. Unos años más tarde, si se produce una situación similar, el niño ya no acepta porque entiende que si va de bulto le están considerando inferior a los demás y él se cree con capacidad de competir en igualdad de condiciones.
Con esta ley, muchas mujeres empezarán a jugar «de bulto», es decir, se les dice en toda la cara que son inferiores a los hombres pero que no les van a hacer el feo de no dejarles jugar. Es alucinante las tragaderas de los colectivos feministas, capaces de saltar a la más mínima tonteria y aceptar tranquilamente, que una ley en España diga que son inferiores a los hombres.
En este caso, paridad viene de parida.
Jojojojojo. Vaya repaso.
La discriminación positiva acabó cayendo por su propio peso, por ser otra nueva forma de discriminación. Y ahora pretenden imponer una discriminación positiva respecto al tema de la igualdad entre sexos. This is madness!!!
El Tribunal podrá decir misa, pero es evidente que la Constitución dice que no se puede discriminar a nadie por razones de sexo, evidentemente marcar cuotas supone discriminar a alguien ya sea hombre o mujer, que pudiese estar mejor preparado que otro para un puesto y que simplemente se le rechaza por cuestión del sexo que tiene.
Saludos.
El surrealismo llegará a los Consejos de administración de las empresas,como ha indicado Fdez de la Vega,donde las mujeres ocuparán un puesto directivo, no en base a su capacidad,cualificación o méritos, si no en base a que es poseedora de dos ovarios,lo que la catapulta a ese órgano de dirección y a cualquier otro que se ponga por delante.
Yo, como mujer, siento vergüenza ajena, de que nuestra evaluación profesional venga motivada por nuestro sexo.Es una discriminación positiva denigrante,humillante e innecesaria.
Me perdonarás que sea bruto, Schwan, pero es que los del Norte somos «asín»: mi conclusión es que con Zapatero ya no cotizan ni el talento (que les falta por completo), ni los méritos (que no tienen), ni el esfuerzo (que ni siquiera lo conocen). Así que han decidido que coticen los genitales. Tú puedes ser una mujer muy preparada, pero si la cuota ha quedado completada, no entras. Y lo mismo con los hombres. Es un completo absurdo.
La ley de igualdad es lo más anticonstitucional del mundo y lo más sexista. O sea, si el 70% de candidatos más cualificados y preparados, son hombres o mujeres, el 20% debe dejar su lugar a candidatos menos preparados sólo para que haya mitad y mitad.
Es una tontería socialista que se quiso revindicar como partido feminista, cuando el PP lleva años poniendo cargos de importancia en manos de mujeres, ahí tenemos Madrid y Valencia en manos de dos mujeres de las buena.
¿Acaso van a echar enfermeras o azafatas de vuelo para igualar? ¿Vamos a ver en el Corte Inglés chicos trabajando con su pelo largo? Pues déjense de tonterías progres
Lo acaba de decir Fin de los tiempos. El PP nombró presidentas de Congreso y Senado, Ministras de Exteriores, Justicia, Sanidad, Ciencia, Administraciones, Pesca y Agricultura, Educación… Estos se creen que han descubierto la pólvora.
La paridad la llevarán también a casos como el de : matronas y torneros fresadores?
Asisto a un consejo en el que son todos varones, más que nada porque son los accionistas, ni pregunta es 0 Debenos nombrar consejera a la señora de la limpieza o a la telefonista? Es que no hay más féminas en la sociedad…
Paridad en los consejos de administración… claro, claro, pero el ejemplo oficial es
Ministros/as 9 – 7
Secretarios de Estado 15 – 3
Delegados del Gobierno 18 – 3
Directores Generales 70 – 30
Directores de Gabinete 13 – 5
Secretarios Generales 19 – 1
Secretarios Generales Técnicos 12 – 3
La ley es una imbecilidad pero es que además no la cumplen.
Tú eres una crispadora, Patitofeo… No te dará vergüenza… 🙂
pd. Es que ya me río por no llorar…